Excelentes ideas...Tenemos que hacerlas realidad
Desde inicios del 2020 hemos estado escuchando de la presencia de este potencial virus, algunos lo subestimaron, otros han exagerado, al punto de sacar de ellos lo peor. He visto en muchos casos la solidaridad hacia quienes no tienen las condiciones para enfrentar esta pandemia, hacia los héroes anónimos y en otros casos, la discriminación y crueldad hacia quienes tienen que exponerse a diario a este fenómeno. Algunas industrias se han paralizado y esto ha generado en el mundo entero un colapso más atemorizante que la misma enfermedad, la debacle económica. En el caso de la industria alimentaria, farmacéutica y química no hemos tenido más opción que continuar trabajando y poner a prueba nuestras habilidades en Inocuidad Alimentaria, garantizando de esta manera la Seguridad Alimentaria y en algunos casos hasta de Defensa alimentaria, porque tampoco han faltado los listos que han provocado indignación en redes sociales atentando contra productos del supermercado, llegando al punto de tener que retirar productos de perchas porque han osado contaminarlos con saliva. Precisamente la industria de los alimentos es una de las que más ha tenido que cargar con el estrés provocado por la enfermedad. Algunos han cambiado el modelo de negocio que antes practicaban, otros no han tenido más remedio que ver cerrado su negocio y con ellos sus sueños de emprendimiento. Definitivamente luego de este período todos habremos aprendido algo y algunos saldrán más fortalecidos que otros. Hemos sido impactados por algo que sobrepasaba nuestra imaginación pero que ha hecho explotar nuestra creatividad y algunos de los puntos que han cambiado y tendrán que seguir haciéndolo serán:
Los productos más demandados han sido los cereales, legumbres, pastas, leche, huevos, vegetales congelados y alimentos enlatados. También se han sumado los suplementos alimenticios y las bebidas energizantes. Algunas organizaciones han presentado inquietudes sobre la posibilidad de que el virus se transmita a través de alimentos y envases, pero al respecto, tanto la FDA como el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y la Autoridad de Inocuidad Alimentaria de Irlanda han sido enfáticos en que no existe hasta el momento ningún informe que sugiera que el COVID 19 pueda transmitirse a través de alimentos y envases. A pesar de eso la OMS ha especificado las recomendaciones que se deben seguir en caso de que un operario en la línea de producción presente síntomas de la enfermedad, debiendo ser excluido inmediatamente de las actividades laborales. Uno de los puntos más significativos que hemos podido evidenciar lo ha sido la cadena de suministros de alimentos y el flujo constante de materias primas para la producción de estos productos de primera necesidad. Hasta el momento se ha mantenido constante y fluido pero, no podemos predecir el grado y tiempo que tendremos esta anormalidad y por ende, no se puede evaluar el impacto en la cadena de distribución.
Algunas empresas han comenzado a elaborar Planes de suministro en emergencia, ya que se han visto con retrasos en las entregas de productos y esto se ha debido en mayor medida a que los protocolos y procedimientos para las exportaciones e importaciones han sufrido cambios. Se prevé que esto respalde la oferta y por ende disminuyan los precios, todo esto a la larga puede perjudicar a la industria. En este sentido el punto positivo es que algunos productores se han visto en la necesidad de buscar proveedores locales, optando por una cadena de abastecimiento invertida y aunque nuestra vocación histórica ha sido de importadores, esto pudiera representar una oportunidad para empresas locales, así como para pequeños negocios y emprendedores. El mayor reto lo tendrían empresas que históricamente se han abastecido con materias primas importadas desde Asia y Europa. Una vez más espero y confío en que logremos sacar lo mejor de la producción de alimentos y no nos quedemos a llorar sobre la leche derramada. Que implementemos sistemas más fortalecidos y finalmente, que aprendamos a reconocer y valorar lo nuestro. El potencial productivo que tiene el Ecuador y cuánto se puede optimizar en tiempos de crisis. Confío y estoy segura de que será un éxito y una estocada al golpe que nos han dado en materia económica este año que parecía traernos mejoras y logros en la forma tradicional de ver la economía y la producción de alimentos. Nos obligaron a cambiar y vamos a hacerlo para bien, vamos a hacerlo para mejor. Deja tus comentarios
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AuthorMirelys Mejías Denis: Ingeniera en Alimentos, apasionada por las Tecnologías Alimentarias, la Nutrición y los aditivos alimentarios. Comprometida con el uso de materias primas responsables y saludables. Archives
Enero 2021
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