Excelentes ideas...Tenemos que hacerlas realidad
Esta semana me ha parecido estar viviendo una película de ficción, la gente aterrada, las noticias, las redes sociales, el mundo en caos. No se habla de otro tema y el pánico, la histeria colectiva y hasta la exageración ha inundado nuestro espacio, nuestra mente y hasta nuestros niños saben pronunciar ese raro nombre. Ayer mi hijo de tres años pronunciaba perfectamente lo impronunciable, me dijo: ¿Mamá, no bajes que te da el coronavirus! A pesar de lo trascendental que será para toda la humanidad el fenómeno COVID-19, hay que reconocer todo lo bueno que nos ha dejado y lo mucho que aprenderemos a valorar la libertad, la salud y los momentos en familia. Muchos han perdido seres querido, muchos están haciendo cadenas de oración y corazones duros han aprendido del dolor y la no distinción de clases, etnias y sexos en estos dolorosos meses. Pero también he visto llegar al límite de la idiotez y el absurdo a muchas otras personas como si del fin del mundo se tratara. He visto al egoísmo disfrazado de pánico y temor. A raíz de eso algunos han reflexionado de diferentes maneras, a través de memes, de vídeos o comentarios muy acertados. El mismo día que declaraban emergencia sanitaria y pedían no aglomerarse, algunas familias (las más pudientes e incapaces de ponerse en el lugar de otros) abarrotaron los supermercados como si de una catástrofe natural se tratara, dejaron estantes y pasillos sin productos. En dos horas parecía que habían sido invadidos por seres de otro plantea sin el menor sentido común. puedo entender la apremiante necesidad de sentirse preparado ante una eventualidad como lo es un aislamiento en cuarentena nacional, pero algunos no alcanzaron a realizar la compra que tenían preparada para ese día. Uno de los vídeos que más impresión me causó fue de EE.UU, dos señoras golpearon a otra porque esta les exigía les dejase tomar un paquete de papel higiénico, al principio estuve de parte de las dos que golpeaban furiosamente, porque no me parecía correcto que esta señora les arrebatara algo que había tomado primero del estante, pero luego entendí que la señora solo quería uno, repetía ante las autoridades del lugar: ¡I only want one! En efecto, las otras señoras tenían un carrito desbordado de paquetes de papel higiénico. Y yo pregunto: ¿Es el papel higiénico un producto imprescindible para una cuarentena? Para algunos la respuesta puede ser obvia, pero realmente la respuesta está aquí. ALIMENTOS Ante una eventualidad como esta, comprar alimentos de buena calidad es la clave. Es importante considerar sobre todo los alimentos que tengan una vida útil amplia y también que sean, en la medida de lo posible, no perecederos. El primer consejo será mantener la calma y hacer una lista de la compra por grupos, en función del número y tipología de personas para los que se van a comprar los alimentos, pues no es lo mismo hacer la compra para niños que para adultos o mayores. Alimentos que ya vengan cocidos, como por ejemplo las legumbres o verduras en lata o bote de vidrio, que tienen además una fecha de caducidad a largo plazo, o aquellos que se pueden comprar crudos, como legumbres secas o arroz. Un error común que se observa en este tipo de situaciones es que se compra casi la totalidad de los alimentos congelados y ultraprocesados, asociados a una fecha de caducidad más amplia, algo que es un error ya que no hay que olvidar que muchos de estos productos utilizan como “conservadores”, altas cantidades de sal, azúcar añadido o grasas saturadas “que son perjudiciales para la salud. No se incluye en este listado la pasta elaborada con harinas refinadas. Se trata de un alimento nutricionalmente superfluo que no aporta ni vitaminas ni minerales. En caso de querer consumirla, mejor integral; sin embargo, es preferible utilizar ese espacio para legumbres. Por lo que se refiere a las latas y conservas, como atún, sardinas o moluscos, son algunos de los productos estrella debido a que ocupan menos volumen, no requieren refrigeración y su fecha de caducidad es lejana en el tiempo. Eso sí, recomiendan que siempre sean con aceite de oliva virgen, evitando aceites refinados, o en su defecto al natural. Si nos quedamos en casa la actividad física va a disminuir, hay que limitar e incluso suprimir los productos procesados de mala calidad como es la bollería. Otros alimentos más saciantes como frutos secos, encurtidos o el grano de maíz para hacer palomitas caseras, podrían ser buenas opciones para almacenar. Los nutricionistas dan, además, vía libre a los congelados, siempre y cuando no sean precocinados o ricos en sal o grasas de mala calidad. Pescado y carne congelada, verduras congeladas o fruta congelada son un buen sustitutivo del alimento fresco ya que conserva todas sus propiedades nutricionales, pero no una pizza o unas varitas de pescado. Por lo que respecta a los lácteos, se pueden comprar varios litros en brick si ha tenido procesos térmicos como el UHT. Lo mismo ocurre con las bebidas vegetales, como las de soja, almendra o arroz. No es conveniente hacer acopio de grandes cantidades de lácteos fermentados, como yogures, ya que requieren refrigeración. Otros alimentos como los huevos pueden almacenarse varios días fuera o dentro de la nevera, pero no vale sacarlos y meterlos, ya que pueden formarse gotas por el cambio de temperatura, y aumenta el riesgo de salmonelosis.
Por otro lado, se descartarían “el brócoli y alimentos como la lechuga o los tomates”. En caso de que se hayan comprado, es mejor conservarla fuera de la refri que es donde más tiempo aguantan, a diferencia de lo que la gente piensa y hace”. Otra opción, si se opta por este tipo de productos, es someterlos a tratamientos conservadores para que aumenten su vida útil. Algunos ejemplos de estos procesos serían el escaldado, el congelado o el envasado al vacío. En cuanto a las frutas, tenemos que hacer una distinción entre las climatéricas y las no climatéricas. Las primeras son aquellas cuyo proceso de maduración no termina en la recolección y, por tanto, duran menos tiempo en las cocinas. Aquí se incluirían el plátano, la manzana y la pera, por ejemplo. En el otro lado estarían las frutas no climatéricas que son las que se aconseja comprar en caso de situaciones de emergencia porque “duran más tiempo”. En este grupo entrarían las naranjas o las mandarinas, que no se ponen malas por maduración sino por otro tipo de agentes externos, como hongos. Para hacer una buena compra para situaciones de emergencia, es importante tener en cuenta la fecha de caducidad de los productos que se van a adquirir. En el caso de la pasta seca y el arroz, estos productos tienen una fecha de consumo preferente de más de 6 meses en un lugar seco y sin luz, por lo que no habría problema a largo plazo, al igual que ocurre con las latas de conserva que también tienen una fecha de consumo preferente de más de 6 meses en un lugar seco.
Las leches infantiles o leches de fórmula, para los niños pequeños, “tienen una fecha de consumo preferente de 6 meses (sin abrir) y conservados en lugar seco y sin luz. Es importante tener esto en cuenta ya que una vez abiertas, se deben de consumir antes del mes, En el caso de las legumbres secas, estas tienen una fecha de consumo preferente que puede ir de meses a años y las leches y zumos UHT pueden conservarse hasta aproximadamente 3 meses (sin abrir). En caso de que se abran se deberán conservar en la refri de 3 a 4 días”. En el caso de productos frescos, como carnes y pescados, es importante saber que son productos muy perecederos por lo que se recomienda su consumo en menos de 2 o 3 días. En estos casos, se aconseja congelarlos para alargar su vida útil. Deja tus comentarios
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AuthorMirelys Mejías Denis: Ingeniera en Alimentos, apasionada por las Tecnologías Alimentarias, la Nutrición y los aditivos alimentarios. Comprometida con el uso de materias primas responsables y saludables. Archives
Enero 2021
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